viernes, 23 de octubre de 2009

Artículos de opinión en nuestra revista

MARIHUANA

LOS PELIGROS DE UNA DROGA CON BUENA PRENSA

Por Adriana Santa Cruz

¿Qué tiene la marihuana para ser la droga más consumida en el mundo sobre todo entre los jóvenes? Curiosamente existe la sensación entre los padres y entre la mayoría de la gente de que su consumo es casi inocuo o bien puede ser controlado perfectamente de modo que el consumidor puede llevar una vida “normal” o sin problemas.
Es indudable que la marihuana, como todas las drogas, produce efectos agradables o buscados por el individuo. Los efectos más buscados por los jóvenes en la marihuana son los de relajación, evasión de la realidad, desinhibición y aumento de la creatividad. Estos efectos no son “virtudes” de la marihuana en absoluto, son derivados de carencias o de necesidades que experimentan los jóvenes. Sólo aquel que necesita evadirse de la realidad, aquel que se siente amenazado por lo que lo rodea, o aquel que se siente inseguro de sus capacidades necesita buscar la ayuda de una droga.
Si le preguntamos a cualquier adolescente acerca de por qué fuma un “porrito”, la respuesta será seguramente que lo hace porque le hace bien. Es también probable que responda que la marihuana es hasta mejor que el cigarrillo común o que el alcohol. Que hay drogas peores que la marihuana no se discute, que el cigarrillo o el alcohol hacen mal tampoco está en discusión, pero decir que nos fumamos un porro porque no es tan malo, encierra un engaño importante. El problema está mal planteado: no es cuestión de elegir lo menos malo porque tenemos la opción de elegir lo que no nos hace mal.
El cannabis tiene efectos nocivos para el organismo y si los jóvenes no son concientes de esos efectos, por lo menos deberíamos prestarles atención los adultos. Algunos de esos efectos no tan deseables son:

- Altera la capacidad de atención, concentración y de memoria inmediata, lo que afecta en forma importante el rendimiento en los estudios.

- Puede producir crisis de pánico las cuales no dependen, necesariamente, de la cantidad consumida.

- Produce desinterés permanente por las actividades y por las obligaciones. En este caso los jóvenes tienen problemas para levantarse, para su aseo personal y una permanente desmotivación por sus estudios o por el trabajo, lo que por lo general termina en un abandono de sus estudios o en una pérdida de su actividad laboral.

- Uno de los problemas más serios que produce la marihuana es que la persona que consume tiene la sensación de que no tiene cambios en su organismo y que puede funcionar en forma normal en sus actividades, aunque consuma.

- Las personas que consumen marihuana por largos períodos y que deciden dejarla experimentan un “Síndrome de abstinencia” a la droga caracterizado por angustia, sudoración, dolores musculares, escalofríos y taquicardia.

Por último es importante señalar que uno de los argumentos que se han utilizado para defender el consumo de marihuana ha sido su posible uso medicinal. Muchas plantas tienen efectos medicinales, pero en el caso de la marihuana no se ha demostrado que su uso medicinal sea mejor que otros medicamentos ya existentes.

Entonces, ¿de quién es la responsabilidad de que los jóvenes consuman? Somos los adultos los que debemos querer mucho a nuestros hijos, los que debemos luchar para que la realidad en la que ellos viven no sea vivida como una carga. Sobre todo, hagámosles sentir a nuestros adolescentes que la vida vale la pena y que nada mejor que disfrutar de ella con todos los sentidos puestos, sin nada que nos oculte los problemas ni nos endulce la realidad falsamente. En todo caso, ayudémoslos también a enfrentar los problemas sin miedo y con la sola ayuda de la fuerza que nos proporciona sentirnos queridos.

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